En la actualidad, los seres humanos que viven en las soiedades desarrolladas necesitan cantidades tan grandes de materia y energía, que se han visto obligados a explotar el biotopo y la biocenosis de la mayoría de los ecosistemas del planeta para obtener las fuentes energéticas y las alimenticias. Como esta explotación se realiza a escala mundial, una vez que se han obtenido los recursos las personas se ven obligadas a transportarlos de un lugar a otro. Esta actividad provoca dos efectos negativos: por un lado, este desplazamiento supone un gran gasto de energía adicional y, por otro, se impide el posible reciclaje de las sustancias en su propio hábitat. Además, después del consumo humano los elementos residuales entrarán a formar parte de las grandes cantidades de basura que se producen en las ciudades.Cuando la sobreexplotación se produce de manera continua, los ecosistemas se agotan y entran en un estado de regresión, es decir, se inicia un proceso de marcha atrás volviendo a las etapas iniciales de su desarrollo. Los ecosistemas se degradan, lo que supone una gran pérdida de especies y un grado de organización mucho menor.


1 comentarios:
Nos gusta vuestro blog,nos ha parecido muy interesante las entradas sobre nuestro planeta.Seguid así que será un buen blog.